Si hablamos de un equipo que ganó 7 copas libertadores, 2 intercontinentales y en el cual pudimos ver y disfrutar a jugadores de la talla de Bochini, Bertoni, Bernao, Erico. Burruchaga, Gabriel Milito, Sergio Agüero, Diego Forlán y Esteban Cambiasso ,entre tantas grandes glorias que se pusieron la camiseta roja a lo largo de la historia, no podríamos entender que hoy sea considerado uno de los clubes más débiles y desorganizados de la primera división argentina. El fin de semana pasado se enfrentaron dos equipos con dos historias diferentes. Por un lado Godoy Cruz y por el otro Independiente. El equipo mendocino no tiene grandes nombres, no contrató a grandes figuras ni cuenta con la rica historia del equipo de Avellanda. Sin embargo mostró una gran superioridad. La dura realidad de Independiente quizá se pueda explicar desde el momento institucional y económico que vive, pero sería ver sólo una sola parte de la realidad. Se habló de un proyecto, palabra utilizada en Argentina para justificar y escudarse de los malos resultados a corto plazo, pero que nunca termina mostrando los resultados a mediano y largo plazo. Como parte de ese proyecto Independiente se desprendió de su técnico Américo Ruben Gallego. La opinión del hincha fue contundente: total rechazo. Llegó un técnico joven como Daniel Garnero, ídolo del club como jugador, pero que no pudo hacer pie, terminó perdiendo sus convicciones, abandonó la idea de juego y el equipo se convirtió en un desorden total. La inexistencia del proyecto quedó evidenciada en el mismo momento en que el presidente del club Julio Comparada fue a buscar, sólo un par de meses después de haberlo despedido, a Gallego quien no encajaba en el proyecto inicialmente, pero ante la salida del manager Cesar Luis Menotti, volvió a encajar y no sólo eso: Se convirtió en el único salvador de una situación que al pasar de las horas se hacía cada vez más grave y preocupante. Gallego hizo lo más lógico, rechazó la propuesta. A partir de ahí, lo que eran llamas se transformaron en un incendio incontrolable. La danza de nombres empezó a circular y aparecieron dos nuevos bomberos: Ricardo Pavoni y Francisco Sá. Como era de esperar, nuevamente, dos ídolos de la institución. En el medio se aprobó un balance con un pasivo de 144 millones de pesos. Es verdad que para hacer una verdadera evaluación de la situación a partir de ese número se debería saber cómo está compuesto, en qué plazo y medida es exigible y cuál es el monto del activo que lo respalda. No obstante desde el club sólo hay silencio, y los pocos dirigentes que lo rompen lo hacen para aprovechar una oportunidad política o para despedirse del club, sin cargar con ninguna responsabilidad del presente que dejaron. Algo similar sucedió con Menotti, quien "sugirió" la salida de Gallego, y cuando la situación se puso complicada se fue, sin hacer ninguna autocrítica ni mucho menos ponerse a trabajar para volver a sacar a flote el barco. En lo futbolístico Independiente se encotró jugando el torneo local y la Copa Sudamericana. Si, el Rey de Copas volviendo al plano continental. Así, bajo la conducción de la dupla técnica Pavoni - Sá viajó a Uruguay y se enfrentó ante un rival que no mostró grandes cualidades. Sin embargo el Rey de Copas se paró de una manera mezquina y sin muchas ideas cayó por la mínima diferencia. Algún optimista tomó como positivo el resultado, pero la realidad se vio el fin de semana, cuando tocó jugar en Mendoza contra Godoy Cruz. El resultado fue contundente 4-1. Si analizamos a Godoy Cruz podemos decir que tiene un técnico inteligente y 11 jugadores ordenados y concentrados que saben jugar en equipo. Esas consideraciones parecen ser imposibles de lograr para muchos equipos en el fútbol argentino. Ahora, por qué Independiente no pudo dar dos pases seguidos y bastó un gol del tomba para derrumbar la pasajera ilusión generada minutos antes con el gol de Silvera. Muchos dan una razón: Problema Anímico.Mi pregunta es ¿Cuándo el fútbol dejó de ser algo de deportistas y pasó a ser un duelo de psicólogos?. No hay dudas que el factor psicológico es importante, pero lo más importante en una cancha sigue siendo una cosa: Jugar al Fútbol. Casualmente en pocas semanas atrás dos técnicos mencionaron algo que me parece curioso y obvio a la vez; "La clave está en darle la pelota a un jugador de tu equipo". Casualmente a uno de los DT que se lo escuché decir es a Julio César Falcioni, ex técnico rojo, hoy campeón con Banfield. Entonces me pregunté, ¿Por qué los de rojo no se la pueden pasar a los de rojo?. Lo primero que hice fue leer el equipo y rápidamente noté algo que me llamó la atención. El circuito futbolístico de un equipo se forma en el mediocampo, es donde los de rojo se la tienen que pasar a los de rojo. Independiente paró en ese sector a cuatro jugadores. Individualmente buenos jugadores (Tuzzio, Godoy, Velázquez y Patricio Rodríguez), pero tres de ellos no jugaron en su puesto (Tuzzio jugó de 5, Godoy de 8 y Velázquez de volante por izquierda). El 75% del mediocampo no estaba jugando en su posición. Es más si a esto le sumamos que en defensa jugó Báez ,que naturalmente es central y se desempeñó de lateral derecho, casi la mitad del equipo jugó con puesto cambiado.Si a esto le sumamos el mencionado factor psicológico, el resultado sólo podía ser uno: A Godoy Cruz sólo le bastó ser ordenado para aprovecharse del desorden de Independiente. De hecho, eso es lo que sucedió. Ahora asoma Antonio Mohamed en el horizonte de Independiente. Un técnico que hace sus primeras armas como técnico de un equipo grande, pero que ya tiene basta experiencia en esto de reflotar barcos hundidos (recordemos Huracán y Colón). Los hinchas muchas veces no ayudan en esta confusión. Basta con entrar en foros de páginas o programas de radio y leer o escuchar las opiniones. Se leen desde insultos inmediatos ante cualquier medida tomada por la dirigencia, técnicos o jugadores, hasta formaciones de equipos sin sentido o con jugadores de más. Las formaciones propuestas van cambiando casi tan rápido como el minuto a minuto. El hincha debería ocupar su lugar alentando y reclamando seriamente (no insultando ni armando disturbios) por la salud de la institución que aman. El resultado está abierto para este gigante dormido que es Independiente. Lo cierto es que para despertarse tiene que cambiar en el corto plazo institucional, económica y deportivamente.Sin dudas, una tarea difícil, pero si no lo hace corre el riesgo de quedarse dormido permanentemente como tantos otros gigantes que dieron el ejemplo anteriormente. Como verán, es mi primer entrada en el blog y como habrán notado el hecho de elegir la realidad del Club Atlético Independiente como tema no es casualidad, refleja mi amor por esa camiseta. Quizá mi tisteza y dolor por esta realidad fue la que me motivó a abrir el blog. Yo no soy periodista y lejos estoy de serlo, sólo soy un amante del fútbol y la idea del blog es hablar de fútbol seriamente, sin insultos ni rumores ni faltas de respeto. Los comentarios están abiertos para eso.
